El 8 de Marzo es una fecha para la conmemoración de una lucha por conquistar espacios, derechos y trato digno.
]]>En México hay 61.4 millones de mujeres, más de la mitad de la población, de las cuáles todas luchan por un fin en común: Igualdad, Respeto, Participación y Empoderamiento en todos los ámbitos de la sociedad.
Ya sea en política, ciencia, deportes o, incluso, en la milicia, hay mujeres mexicanas que tienen en común haber sido pioneras en nuestro país. Aunque vivieron en diferentes épocas, a todas ellas les tocó abrir la brecha para que muchas más siguieran su ejemplo.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, aquí te presentamos algunas de las mexicanas que hicieron historia:
Mujeres anónimas que, junto a las grandes tropas de Francisco Villa, Emiliano Zapata y Venustiano Carranza, sorprendieron con su participación en la lucha armada de la Revolución Mexicana. Estas mujeres eran cocineras, enfermeras, madres y esposas que acompañaban al ejército mexicano durante sus giras para desempeñar diversas tareas, principalmente eran las encargadas del espionaje e intercambio de información confidencial.
Líder femenina, su lucha activista social hizo que lograra el sufragio femenino, sus derechos y a la emancipación de la mujer en México.
Sus cualidades como maestra y poeta destacaron, por su discurso en favor del control de la natalidad, la libertad sexual, el divorcio y contra lo que consideraba la opresión religiosa de la época.
Recordada por su lucha encendida a favor de los derechos de las mujeres, principalmente las indígenas, campesinas mayas y las obreras mexicanas. La Cámara de senadores de México dio concesión de un reconocimiento a la memoria de Elvia Carrillo Puerto por su labor de “defensa, protección, ejercicio e investigación de los derechos humanos de las mujeres y de la igualdad de género en México”.
Revolucionaria y patriota, mejor conocida como “la Corregidora” y “madre de la patria”, esta mujer originaria de Morelia, Michoacán, pasó a la historia cuando informó a los revolucionarios que la conspiración independentista de Querétaro, había sido descubierta.
Años más tarde, fue hecha prisionera y recluida en el convento de Santa Catalina de Siena durante tres años. Liberada de la prisión, fue objeto de condecoraciones y títulos que rechazó de manera enérgica al no estar de acuerdo con el imperio. Bajo la frase “Servir a la patria es un deber y un orgullo, no hay que premiar a quién sirve a la patria, sino castigar a quién de ella se sirve», fue recordada.
Amelia fue una mujer que decidió unirse a la lucha revolucionaria, específicamente en las filas zapatistas. A la edad de 24 años, decidió adoptar una identidad masculina. Ahora en el papel de “Amelio” estableció su masculinidad a través de su ademanes, vestimentas y comportamientos. Su participación dentro de la Revolución se centró en tareas de mensajería, contrabando de armas y víveres, lucha armada y misiones especiales, como conseguir financiamiento de las empresas petroleras para la causa revolucionaria.
A pesar que su acta de nacimiento original indica que es mujer, su expediente personal en los archivos militares incluye un acta de nacimiento falsa, proporcionada por el mismo Amelio, donde se certifica que nació hombre y aunque era del dominio público que nació mujer, el ejército lo registró como hombre. Así, Amelio Robles se convirtió en la primera persona transgénero en ser reconocida por el Estado.
Matilde Montoya fue la primera mujer en titularse de medicina en el país. Estudió Obstetricia en la Escuela de Parteras de la Ciudad de México; con tan sólo 18 años de edad era dueña de muchos más conocimientos que gran parte de los médicos locales. La historia revela que su desempeño fue intachable.
La primera gobernadora en la historia del país. Llevó las riendas del Estado de Colima de 1979 a 1985, postulada por el Partido Revolucionario Institucional. Su bisabuelo fue Manuel Álvarez Zamora, el primer gobernador de esa entidad, además de constituyente de 1857; su padre, Miguel Álvarez García, también ocupó el máximo cargo del gobierno colimense.
Fue senadora y funcionaria federal en distintos periodos; además de poeta y ensayista, con un total de 18 libros publicados. Murió en 2009.
Norma Enriqueta “Queta” Basilio Sotelo se convirtió en la primer mujer en la historia en portar la flama olímpica durante el recorrido inaugural de los Juegos Olímpicos México 1968, para posteriormente encender el pebetero.
Pasó a la historia al convertirse en la primera mujer piloto de la Fuerza Aérea Mexicana. Antes de 2007 las mujeres solo podían incorporarse a las fuerzas armadas como especialistas en enfermería, odontología o medicina.
El 27 de enero de 2009 se convirtió en la primera militar mexicana en pilotar un avión, tras realizar un vuelo de 30 minutos a bordo de la aeronave Bonanza F33-C, matrícula EBA 64-31. Para diferenciarla de sus compañeros, recibió por parte de sus superiores el distintivo de “Venus”. Se graduó en 2011.
Soraya hizo historia en el deporte mexicano, al convertirse en la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Lo logró en Sidney 2000, en la disciplina de Halterofilia, al imponerse en la categoría de los 58 kilos.
Estás son solo algunas de todas las mujeres que grabaron su nombre en la historia de México, y demuestran que la lucha no ha terminado. El 8 de Marzo es una fecha para la conmemoración de una lucha por conquistar espacios, derechos y trato digno.
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La Charreada es un deporte popular realmente reconocido en México, con reglas estrictas y muchas competencias en dónde hombres como mujeres compiten con coloridos trajes charros adornados con tachuelas plateadas. La competencia consta en que jinetes hacen alarde de su habilidad con el lazo y hacen bailar a sus caballos con una banda de mariachis en vivo, mientras los vendedores pasan por los puestos vendiendo bebidas y bocadillos.
Sin embargo fuera de la fiesta y el gusto de admirar este deporte, también tiene su chiste. Por ello es considerado como deporte nacional por excelencia desde que fue registrada en la Comisión Nacional del Deporte. Se realiza en "Lienzos Charros" que son instalaciones especialmente diseñadas para su práctica junto con un caballo y un jinete denominado “charro”.
Para participar, los Jinetes deben de usar ropa tradicional de charro. Cabe mencionar que la característica de un charro o jinete es su indumentaria tradicional con icónicos sombreros de ala ancha como el Andaluz, “De piloncillo” y 4 Pedradas; chaparreras, botín de charro de una pieza, cinturones piteados, calados o cincelados y la pachuqueña.
Existen 3 tipos de traje, cada uno con sus características propias.
El más básico de todos ellos es el traje de media gala, el cual consta de sombrero de fieltro adornado con chapetas de plata, así como con camisa de cuello volteado en la parte superior. Para la parte inferior se destaca por un pantalón con adornos de gamuza en los lados. Se lo complementa con una chaqueta de gamuza o casimir con tres presillas en cada manga y un broche lujoso en el pecho, sin olvidar la corbata.
El siguiente traje es el traje de gala, que puede variar en 3 colores: gris, azul obscuro o negro. Incluyendo la gamuza, sombrero galoneado y botonadura de plata desde la cintura hasta el tobillo, adornos discretos.
El último es el traje de gran gala o etiqueta, que varía entre los colores negro y gris, con botonadura fina, sombrero de fieltro fino gris o blanco, chaleco con botones pequeños que combinen con la botonadura exterior, cinturón con hebilla de plata, de preferencia liso o bordado en plata y botines negros.
También las mujeres son participes de este deporte, denominadas escaramuzas y consiste en que las mujeres montadas en los caballos ejecuten espectaculares suertes como el abanico, la coladera, la escalera y la flor, entre muchas otras. La indumentaria es de “Adelita” que son coloridos vestidos con grandes olanes y usando el clásico sombrero de charro.
Uno de los atuendos más femeninos del mundo de la charrería. Consta de una blusa y una falda que, pudiendo estar unidas o separadas, son decoradas con plisados y olanes. Obligatoriamente debe tener un olán de mínimo 10 centímetros cosido a la parte baja de la falda. Otro accesorio imprescindible de este ajuar es la anda, que debe estar pegada a la cintura y tener un moño de mariposa y bandas. El largo del vestido debe ser suficiente para llegar hasta la mitad de una bota estilo jalisco. La adelita debe tener un moño en el cabello que junto al rebozo le dan ese toque clásico mexicano. Finalmente, todo se ha de complementar con un sombrero de palma o soyate.
Puede portarse en dos versiones, con camisa de algodón o de casimir. En ambos casos el color deberá ser neutral o preferiblemente pastel. Lo importante de este atuendo es que bajo ningún concepto se permiten los botones metálicos. Los demás elementos que conforman el atuendo de charra de faena son la chaqueta, la falda o el pantalón, las botas, el cinturón, el moño para el cabello, un par de aretes discretos y un sombrero parecido al de la adelita.
El último traje del que hablaremos es uno de los más populares que, aunque suene extraño, no debe utilizarse en competencias de escaramuzas. A pesar de ello, es perfecto para eventos sociales, presentaciones, desfiles y escoltas. Un atuendo de China Poblana consta de una blusa blanca ligeramente escotada, de manga corta y bordada con hilos de seda o chaquiras; un zagalejo tricolor, zapatillas de seda color verde o rojo, y un rebozo. El peinado de la china poblana deberá ser de dos trenzas sujetadas con listones largos de los mismos colores que el zagalejo. Por último, los accesorios de las chinas podrán ser collares de oro, coral o papelillo, arracadas de oro y pulseras que hagan juego entre sí.
La charrería es un elemento muy importante en la identidad de la cultura mexicana y es una tradición que se debe de cuidar y cultivar.
]]>México es un país diverso y lleno de riqueza cultural. Algo que nuestros padres y abuelos inculcaron en nosotros desde la niñez, creciendo escuchando historias de Charros y Vaqueros.. La historia, así como las tradiciones de la cultura Charra están impregnadas selladas en nuestras raíces, valores familiares, herencia y honor.
Es un ejemplo de caballerosidad, tradición y orgullo. Estos vaqueros mexicanos son jinetes, domadores altamente capacitados y son mucho más que los típicos hombres armados inmortalizados en películas.
La historia del Charro se remonta al siglo XVII. Los charros de hoy son los descendientes de los vaqueros indígenas que primero fueron esclavizados y luego empleados por los colonos españoles para administrar sus haciendas recién adquiridas. Los españoles fueron quienes introdujeron caballos en México, pero el gobierno colonial hizo cumplir una ley para que los indígenas mexicanos no montaran caballos a menos que un terrateniente español los empleara para hacerlo. Los hombres a los que se les permitió montar tenían estrictamente prohibido vestirse a sí mismos y a sus caballos de la misma manera que los españoles, para que ningún vaquero mexicano pudiera ser confundido con un miembro de la clase alta española.
Esta restricción en la vestimenta, nos impulsó a crear un nuevo estilo de moda usado solo por charros mexicanos. Ahora, llevaban trajes ajustados hechos de cuero y gamuza, que adornaban o bordaban con hermosos diseños de plantas nativas hechos de fibras de plantas de cactus cultivadas localmente. Ya saben, el ingenio Mexicano siempre saliéndose con la suya. Y para rematar, no podía faltar el sombrero de ala ancha hecho con el pelo de sus propios caballos, un sello que quedó impregnado en México.
Con el tiempo, los hábiles indígenas charros, que conocían perfectamente el clima local y el terreno natural que los españoles, destacaron en el desarrollo de su propio estilo de montar a caballo. Convirtiéndose en "trabajadores valiosos" para los terratenientes, ya que así les eran más activos para proteger sus propiedades y ganado de los bandidos. Sin embargo, llegó la lucha de la Independencia de México en 1810 a 21, nuestros ascendientes charros finalmente se revelaron en contra los terratenientes y lucharon por la libertad de México. Ayudaron al presidente mexicano Benito Juárez a traer la ley y el orden de regreso al país.
Claro que esas habilidades fueron documentadas, así como su valentía y su lealtad al país fueron romantizadas salvajemente por los medios y el Charro se convirtió en nada menos que un héroe nacional. Como recompensa a sus esfuerzos, fueron los primeros en recibir la tierra, las propiedades y los caballos de sus antiguos propietarios. Así que El Charro, se convirtió en un preciado y privilegiado estilo de vida y como resultado que sus habilidades, fueron ferozmente protegidos y transmitidos de generación en generación, así como su vestimenta.
Hoy en día, los charros son reconocidos principalmente por competir en el deporte nacional oficial de México, la Charreada (rodeo), que se agregó a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2016, dónde para participar, los charros deben seguir un estricto código de conducta que estipula no sólo cómo actúan pero también cómo se visten.
Échale un ojo a nuestros Botines Charros, y sigue transmitiendo de generación en generación nuestra historia impregnada de riqueza cultural.
]]>Para vestir de Charro...
Tendrás que dejar tus complejos, tus miedos, tus demonios, dejarás las excusas, los temores.
Vas a dejar atrás las miradas incrédulas de la gente que te sigue con mirada curiosa, escucharas voces detrás de ti, hablando de ti…
Un Traje Charro no es cualquier traje, no se presenta en desfiles de moda, no es parte de la mercadotecnia, no tiene nombres extranjeros, no lo compras de oferta en almacenes de lujo, no se anuncia en TV ni en revistas de moda, generalmente está hecho para ti, con tu fierro, a tu medida.
Esta hecho de la labor de artesanos que a través de la historia lograron hacer un arte en sus decorados, en sus telas y está diseñado para pelear, para montar toros, para domar caballos, para lazar, para mandar y dominar en tu entorno.
Al portarlo debes saber que estas vestido de valentía, de orgullo, de historia, de sudor y sangre.
Al saber esto no puedes ser menos que esos miles de hombres y mujeres que vestidos como tú, decidieron morir antes que seguir siendo esclavos, antes que seguir siendo masacrados, antes que vivir de rodillas.
Si decides vestirte de charro sabes que eres alguien, no algo, sabes que no eres solo un numero mas de la estadística, no un ente consumidor y desechable, no un borrego del sistema, no una historia corta mal contada…
Debes tener la firme intención de vivir una vida extraordinaria, de ser recordado, de dejar huella en este mundo, así que tu único miedo será no lograrlo.
Debes hacer notar que no eres solo apariencia detrás de esa chaquetilla ceñida, de esos pantalones bien puestos, de ese fajo artesano y de tu sombrero que habla de tus batallas, de tus triunfos, de tus argumentos de vida.
No puedes medio vestirte y no puedes ser medio charro, eso lo hacen los mediocres.
¿Sabes que un Traje Charro delata de inmediato tu estado emocional y físico?
"VÍSTETE PARA SER, NO PARA PARECER"
No puedes vestir de Charro o pretender serlo si no tienes cicatrices, si no has mordido el polvo, si no has caído de cansancio por el trabajo.
Un Charro existe cuando sostiene en su diestra un lazo, no un vaso.
Se distingue cuando brinda una suerte a su dama, no la deja a su suerte, cuando su caballo responde a su silbido, no a sus golpes.
Si crees que puedes portar este traje, ¡así será!
Y si crees que no puedes, entonces… ponte otra cosa.
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¡Grita y comparte con todos el orgullo de ser mexicano! 🇲🇽❤️
La charrería es quizá el único deporte que nace como resultado directo del trabajo. Los ganaderos mexicanos de finales del siglo XIX y XX dedicados a la crianza y arreo del ganado, como parte del trabajo, fueron desarrollando técnicas lúdicas de manejo del ganado que luego se convertiría en un deporte.
]]>La palabra charro es sinónimo de jinete.
La charrería es quizá el único deporte que nace como resultado directo del trabajo. Los ganaderos mexicanos de finales del siglo XIX y XX dedicados a la crianza y arreo del ganado, como parte del trabajo, fueron desarrollando técnicas lúdicas de manejo del ganado que luego se convertiría en un deporte.
Quizá el antecedente más directo del charro mexicano son los chinacos, grandes montadores de caballo y de estracción humilde. Los arrendadores de caballo, como Emiliano Zapata, también ya vestían estilo charro.
Por si misma la charrería, también, es un deporte que a su vez es un espectáculo. Es decir, mientras los jugadores están concentrados en hacer sus faenas, estas están también planeadas para generar entretenimiento para los asistentes.
Los primeros shows relacionados con la charrería comenzaron antes del siglo XX pero fue hasta la Revolución Mexicana que su surgimiento cabal se dio en Hidalgo y Jalisco, cuando con la Reforma Agraria, los charros comenzaron a congregarse en ciudades como la Ciudad de México y otros centros.
La parte femenina, las escaramuzas, nacieron en los Altos de Jalisco, específicamente en Tepatitlán de Morelos. Su ajuar es de adelitas y hacen trucos con el caballo acompados de un toque artístico, con muestras como abanico, la coladera, combinado, la escalera y la flor (su surgimeinto cumplió un rol en el feminismo y su evolución en México).
En la charrería, el charro, muestra sus habilidades en los trucos más clásicos pero también las propias. Es así, también de algún modo una muestra individual de habilidad.
Por el crecimiento de la defensa de los animales, en los últimos años miembros importantes de la charrería han manifestado su compromiso de que ningún animal sea dañado.
Este 1 de diciembre fue calificado por la UNESCO como Patrimonio Culturan Inmaterial de la Humanidad.
En la Ciudad de México existe un museo dedicado exclusivamente a la charrería.
Entre las faenas de los charros en el espectáculo están: cala (demostración de la buena rienda y educación del caballo charro); piales (con destreza detener la carrera de una yegua). Colas (derribar a un toro con la velocidad y manejo del caballo que se monta); jineteo de toro (montar al toro hasta conseguir que este deje de reparar); terna en el ruedo (derribar a un toro en equipo y con la cuerda); manganas a pie o a caballo (lazar las patas del equino); Paso de la muerte (en movimiento, pasar de un caballo a otro).